El cambio a la energía renovable podría salvar hasta 150 millones de vidas para fines de siglo en medio de las preocupaciones de que 6 mil millones de personas inhalan regularmente el aire “tan contaminado que pone en riesgo su vida, su salud y su bienestar”, un derecho independiente designado por la ONU experto dijo el lunes (martes en Manila).
En el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, David Boyd, de Special Rapporteur, sobre derechos humanos y medio ambiente, insistió en que la contaminación del aire es un “asesino prolífico, silencioso, a veces invisible y prolífico” que afecta a las mujeres y las niñas más que a los hombres.
Esto es a pesar del hecho de que el derecho a un medio ambiente sano está legalmente reconocido por 155 estados, explicó el Dr. Boyd.
“Los contaminantes del aire están en todas partes, en gran parte causados por la quema de combustibles fósiles para electricidad, transporte y calefacción, así como por actividades industriales, mala gestión de residuos y prácticas agrícolas”, dijo.
Según el informe del Special Rapporteur, la contaminación del aire es responsable de la muerte prematura de 7 millones de personas cada año, incluidos 600.000 niños.
“Cada hora, 800 personas mueren, muchas después de años de sufrirlas, de cáncer, enfermedades respiratorias o enfermedades cardíacas causadas directamente por respirar aire contaminado”, dijo, antes de destacar que estas muertes eran prevenibles.
Algunos países, como Indonesia, han comenzado a abordar el problema de la contaminación del aire en el interior de la cocina al ayudar a millones de familias pobres a cambiar a tecnologías de cocina más limpia.
En la India, un programa financiado por el gobierno proporciona a las mujeres fondos para comprar estufas de gas natural, cuyo objetivo es equipar al 95 por ciento de todos los hogares objetivo para el 2022.
Según el Special Rapporteur, el número de hogares que utilizan combustibles sólidos para cocinar y calentar también está disminuyendo en América Latina, partes de Asia, Europa y el Mediterráneo oriental.
En los Estados Unidos y China, las leyes y políticas firmes que promueven un aire más limpio también han mejorado la calidad del aire.
En California, la función pulmonar de los niños ha mejorado, dijo el Special Rapporteur, mientras que en Shenzhen, el nivel de partículas en el aire ha disminuido en un 33 por ciento en los últimos 5 años.
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