La instalación de paneles solares en tierras de cultivo es la mejor manera de maximizar su productividad, según un nuevo estudio.
El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, encontró que las demandas globales de energía eléctrica podrían satisfacerse si solo el 1% de la tierra agrícola se convirtiera en paneles solares.
Los hallazgos también ponen en tela de juicio la práctica común actual de construir grandes conjuntos de paneles solares en los desiertos.
Chad Higgins, profesor asociado de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Estatal de Oregón (OSU) y autor correspondiente del estudio, dijo: “Nuestros resultados indican que existe un enorme potencial para que la energía solar y la agricultura trabajen juntas para proporcionar energía confiable”.
‘Hay un viejo adagio de que la agricultura puede sobreproducir cualquier cosa. Eso es lo que encontramos en la electricidad también”.
El equipo de investigación dirigido por la Universidad Estatal de Oregón analizó los datos de producción de energía recopilados por una matriz eléctrica solar Tesla instalada en tierras de cultivo propiedad de la universidad.
Combinaron la información de Tesla con datos de estaciones de investigación de microclima instaladas en la matriz, que registraron variables como la temperatura media del aire, la velocidad y dirección del viento y la energía solar entrante.
En base a esos resultados, la universidad creó un modelo para la eficiencia fotovoltaica basado en la temperatura del aire, la velocidad del viento y la humedad relativa.
“Descubrimos que cuando hace frío afuera, la eficiencia mejora”, dijo Higgins. ‘Si hace calor, la eficiencia empeora. Cuando está calmado, la eficiencia es peor, pero algo de viento lo mejora.
‘A medida que las condiciones se volvieron más húmedas, los paneles empeoraron. Los paneles solares son como las personas y el clima, son más felices cuando hace frío, ventoso y seco “.
Luego, los investigadores utilizaron imágenes satelitales globales para aplicar el modelo en todo el mundo, cruzando 17 clases de cobertura del suelo, incluyendo tierras de cultivo, bosques mixtos, urbanos y de sabana.
Se descubrió que las tierras de cultivo son los lugares más productivos para colocar un panel solar, mientras que los ambientes nevados o helados resultaron ser los menos productivos.
Luego, los científicos reevaluaron su modelo para evaluar el potencial de los agrivoltaicos para satisfacer la demanda eléctrica global proyectada determinada por el Banco Mundial.
Los hallazgos siguen la investigación previa de OSU que encontró que colocar paneles solares en campos agrícolas podría mejorar el rendimiento de los cultivos.
Según la Agencia Internacional de Energía, la energía solar es la fuente de energía de más rápido crecimiento en todo el mundo y podría convertirse en la mayor fuente de electricidad del mundo para 2050.
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